Y eso que la cosa no pintaba muy bien. Mi Evita decía que era un menú "arriesgado" y que igual después de todo el trabajo terminábamos teniendo que ir al cortijuelo a por unos bocadillos de queso. Y dos días antes de la comida nos dice Oliva que tienen a 10 aceituneros rumanos durmiendo en la nave y que entre los colchones, los fardos y las varas quizás tendríamos que hacer la comida en la puerta si no llovía. Y que, ya que estaban ahí, sería conveniente invitarlos a almorzar con nosotros... Al final resultó que era una broma.
Después se planteó otra complicación logística. Teníamos confirmada una asistencia de entre 20 y 40 personas. Llamé a Paneque y me dijo que preparara para 30 pero que tuviera algo en el congelador por si acaso. Así que metimos 2 bolsas de hielo en el congelador y dijimos que cuando se acabara la comida empezábamos con los cubatas con lo cual si la comida se acababa dejaba de ser un problema para convertirse en una fiesta. Finalmente esto tampoco resultó un problema porque para hacer 20 raciones más de cous-cous sólo hay que añadir un kilo de sémola. Si hubiéramos preparado chivo la cosa habría sido más complicada.
Por fin nos juntamos allí los propios:
Eva-Juanjo-Isa-Tote-Gema-Juani-Ana-Javi-Rubia-Francis-Mari-Emi-Karina-Diego-Mercedes-Josema-Charo-Ismael-Loli Carmen-Jose y l@s niñ@s Nacho-Ana-Juan José-Gonzalo-Marta-Javi-Mateo-Martina-Guillermo-Javier y dos de camino (¡ENHORABUENA CUÑAO!).
Echamos de menos a Elías (currando) y a Gerardo (enfermo) y a mi Irene que la dejamos malita con la abuela. Pero ya no era plan de escaquearse el día D a la hora H y dejar a Ana y Javi con el embolao. Así que nos pusimos los cuatro manos a la obra.
En cuanto al menú, empezamos con unas patatitas fritas y unas aceitunitas y unos platillos de humus (pasta de garbanzos) que por poco si tenemos que ir a pedirle al Francis la batidora del pegolán porque aquello no había quién lo barajara. Mientras lo hacíamos me acordaba de que la semana pasada batieron el record Guiness con el humus más grande del mundo, haciendo 4075 kilos en El Líbano y no dejaba yo de pensar con qué co$%&nes lo habrían amasado. Lo importante es que, a pesar de su aspecto plastoso, gustó bastante.
HUMUS
1 bote de garbanzos cocidos
Aceite de oliva(en abundancia)
Sal
Cilantro
Zumo de 1 limón
1 Cucharadita de Pasta de sésamo
Mezclar con la batidora hasta que quede una pasta homogénea.
Luego seguimos con unas ensaladas variadas que también tuvieron buena aceptación.
ENSALADA MARROQUÍ
Tomates
Pimiento
Cebolla
Queso fresco
Garbanzos cocidos (se le puede añadir un poco de sémola de cous-cous,cocida)
Trocear la verdura y el queso, aliñar al gusto y espolvorear con un poco de comino en polvo y cilantro.
Continuamos con unos pinchitos de pollo y de cordero y unas pastelas que fueron las grandes triunfadoras del día. Debo confesar que no las hicimos nosotros, las compramos en mi barrio, en Amina.
El pan marroquí, los pinchitos de cordero y los pasteles los compramos también, estos en la carnicería Alí-Babá y estaban buenos a pesar de que el nombre no inspiraba confianza. Por si acaso, los pinchitos de pollo los compramos en Mercadona para asegurar ;·)
Y después de todo esto llegaba la prueba de fuego, el cous-cous. Yo pensaba que con el estómago lleno la mitad de los platos se iban a ir de vuelta a los corrales pero, para alegría de los cocineros, todos los platos que quité de la mesa estaban vacíos. Sólo quedó uno a medias en la mesa donde estábamos los hombres que lo he llevado a analizar para hacerle la prueba del ADN y mañana os diré de quién era.
Después terminamos con el té verde con hierbabuena y pastelillos (triángulos y chubaikías). Por si alguien quiere saber las cantidades, os diré que para hacer 20 vasos de té se echan 30 céntimos de té (50 g.) y un paquete de azúcar en una olla de agua ni grande ni chica y salen justitos. Bromas aparte, lo importante es poner una ramita de hierbabuena en cada vaso.
Para rematar nos echamos una shisha (la pipa de la paz) y con esto dimos paso a los cubalibres y a comer pipas hasta la hora de la cena, que terminamos con pizzas y recalentando una pastela.
Afortunadamente, tuvimos la fiesta en paz. Llovió, pero poco. Los niños se portaron como nunca. Ganamos al Party, como siempre (aquí sí estuvo a punto de liarse, pero era de esperar, es como si organizas un combate de boxeo "amistoso", que sabes que se puede escapar algún golpe). Pero la cosa no llegó a mayores y la prueba es que estoy escribiendo este blog sentado en el salón de mi casa y no en la alfombrilla de la calle esperando a ver si me abren la puerta.
Pincha en la sartén para ver todas las fotos de este día
ALMUERZO MARROQUÍ (23-01-2010) |