PRÓXIMA COMIDA

De momento, sin previsión :·(

Por favor, animaros y me decís quién y cuándo organiza la próxima comida.














MARISCADA 3.0

Este mes de Agosto no encontrábamos fechas, así que tuvimos que juntarnos el VIERNES 13. No es de extrañar que las gambas estuvieran de miedo. Pero cuando se trata de organizar una buena comilona nada nos asusta.
En ese clásico contemporáneo que seguramente algunos habréis visto,"Pretty Woman", dicen que la primera vez que vas a la ópera es determinante: "O te encanta o la odias. Después puedes aprender a apreciarla pero nunca te apasionará". Yo creo que lo mismo pasa con el marisco. En mi caso, la primera vez que caté el marisco estaba con mis padres en la playa de la Misericordia y encontramos un cangrejo. Me pegó un pellizco con las pinzas y no se puede decir que mis gritos fueran de entusiasmo. Así que cuando mi madre lo echó a la olla para hacer el arroz me dio mucha alegría, pero de ahí a comérmelo...
De todas formas mi Evita está intentando rehabilitarme y he hecho grandes progresos a base de duras sesiones de entrenamiento

Una, dos...
...y tres

En fin, que nos juntamos en casa de Tote e Isa en plena noche de la lluvia de estrellas. Por favor, si alguien vio alguna que ponga un comentario porque el menda estaba cegado por los gambones. Sólo tenía ojos para ellos (lo siento mi vida, es la verdad).
El caso es que aunque el marisco no me vuelve loco, empecé a comer un poquito de pulpo a la gallega por matar el hambre. Y unas anchoas y unos boquerones en vinagre porque como no me gusta el marisco algo tenía que comer. Luego cogí un par de mejillones (o cinco) por probarlos; otro par de gambones a ver qué tal estaban, que luego tengo que escribir el blog y no sé qué contar. Seguí con algunas navajas por no hacerle un feo a Diego y Tote que se han esforzado en comprarlas, prepararlas, asarlas... Unas almejas por echar algo caliente al cuerpo. Y ostras y conchas finas que dicen que son afrodisíacas. ¡Ah, sí!, y unos calamares a la plancha porque como eso no es marisco sí me gustaba. Total, que cuando quise acordar me había puesto moraíto de marisco. Bueno, y de vino. Una vez más faltó vino. Para ser más exactos habría que decir que se terminó el vino, no que faltó, porque viendo a la gente pienso que sobraron un par de botellas.
De hecho, si no se hubiera terminado el vino más de uno nos tendríamos que haber quedado a dormir en Chiquilandia.

En cambio con la comida no hubo problema porque Diego tenía 6 ó 7 kilos de carne para un evento del día siguiente y la ofreció amablemente por si faltaba con los 28 kilillos de marisco.

La verdad es que la velada fue agradable. Recibimos la visita de la hermana de Ana, de los vecinos que estaban celebrando su propia barbacoa, de mi cuñada que seguía de pie 10 horas antes de romper aguas, más todos los que aparecemos en las fotos con la boca llena.

Las mamás celebraron un maratón de charla mientras los niños pululaban por doquier con motos, tractores y pelotas. Se movían tanto que en una foto aérea creo que habrían aparecido como un borrón multicolor que ocultaba completamente el cemento gris del suelo. Algún día tenemos que hacer el experimento con una cámara superlenta.
Lo cierto es que se portaron bien, en los pequeños detalles se nota que se están haciendo mayores:
Asomaron Ana y Guillermo con dos tomates que acreditan su prometedora progresión como robaperas, emulando a sus mayores.
Después mi niña me preguntó cuántas personas caben en esa ducha. Le pregunté al Tote y me confesó que nunca habían probado con más de dos personas. Yo en mi casa he conseguido meter hasta tres mujeres, aunque luego resultó que yo no cabía (eran mi mujer y mis niñas, claro).

Después de comer disfrutamos de un emocionante montaje de fotos elaborado por Josema que nos dejó con la boca abierta y las lagrimillas asomando. Mi mujer aprovechó para protestar diciendo que nuestras niñas salen en muy pocas fotos y los de Josema en muchas. ¡Y lo raro es que las fotos las está haciendo Javi! También decía que tenemos muchas fotos del Tote haciendo el tonto. Bueno, lo cierto es que a mí me trae sin cuidado pero ya lo he dicho y por fin puedo volver a dormir en mi cama, que el sofá me está matando.

Después se lió a llover así que recogimos deprisa y se regó la puerta. Era el momento de lanzarse al cubateo.
Por suerte para mí, mi mujer estaba muy cansada y nos fuimos. De lo contrario creo que tendría que haber pedido asilo a Tote y quedarme a dormir allí. Habría que pensar en regalarle a los anfitriones unas literas plegables para la cochera para ocasiones como esta. Les podemos poner un pilotito verde o rojo como en los parking para evitar "incidentes" como el de Juani y Ana:
Resulta que hubo overbooking en el sofá, donde Juani intentó echarse una cabezada sin darse cuenta de que Ana se le había adelantado. Por suerte el "UY" de ella fue suficiente para que él se diera cuenta y saliera llorando de risa sin que ninguno de los dos sufriera daños (típicamente aplastamiento ella o un puñetazo él). Y lo más importante es que Ana no se desveló y continuó durmiendo apaciblemente. Por si no quedó claro, ya avisé que los intercambios de pareja eran a efectos de guisar. Insisto por si queda algún despistado por ahí.
El caso es que mis opciones eran compartir cama con Tote e Isa o con Diego y Karina o intentar colarme en el sofá con Ana o en la cesta con la gata. En la calle, el césped estaba mojado y algo me olía mal en la compostera. Total, que pensé que más vale lo malo conocido... y me fui con Eva para el Trabuco, perdiéndome las últimas conversaciones y aventuras. Ya lo contáis vosotros en los comentarios. Pero peor lo tuvieron Alfredo y Mariví que se fueron para Málaga a las 5 de la mañana. Así que después de todo tengo que dar gracias a Dios por tres golpes de suerte:
1) Se acabó el vino.
2) Mi mujer estaba cansada.
3) Íbamos muy cerca.

Si no el día siguiente habría sido un infierno porque a las 10 de la mañana mi cuñada avisó diciendo que había roto aguas y mi mujer y mi suegra se fueron con ella para Antequera. Así que me tuve que quedar dos días ejerciendo de padre soltero. Esta labor no deja margen al descanso y eso que no cociné , limpié, hice compra ni lavé ni planché ropa ni ninguna otra labor doméstica excepto calentar comida y recoger la mesa. Y pensar que mi mujer lleva años así... ¡Cariño, ahora además de quererte, te admiro! Es asombroso que una persona tan pequeña sea capaz de hacer tantas cosas y encima sonreír y hacer luego el salto del tigre todos los martes como si tal cosa.

Bueno, aprovecho para recordar que seguimos pendiente de elegir un logotipo. Pinchando AQUÍ se pueden ver las propuestas. Por ahora tenemos un par de ellas de Juani que no están mal (mientras no nos reclamen el copyright). También estaría bien juntarnos para decidir si lo hemos pasado bien y ya está o si vamos a seguir con esto. Y cómo vamos a hacerlo.

Desde aquí doy las gracias a los organizadores por el curro y por hacernos felices. Especialmente a Diego que cumplió otro año. Espero que brindemos por ti en muchos más cumpleaños, pero lo importante es que mantienes las ganas de vivir y disfrutar y la curiosidad de los que siempre son jóvenes, tengan la edad que tengan. Un abrazo.


Mariscada 13-08-2010


24 de Julio de 2010
En dos palabras "IM-PRESIONANTE"
o lo que es lo mismo TAPAS & FRIENDS

El sábado a las nueve y veinte nos presentamos en la nave de Charo y aún no había nadie. Tuvimos un momento de pánico:
Dios mío ¿ERA AQUÍ? ¿ERA HOY? ¿NOS HEMOS VUELTO UN DÍA ANTES DE LAS VACACIONES POR ERROR?
Al minuto llegó Ismael con su suegro. En cuento los vimos, mi mujer empezó a decir con alivio: 7 por 5, 35; 7 por 6, 42; 7 por 7, 49... ya sabéis, la costumbre. Al fin y al cabo, don Francisco les enseñó los ríos a la mitad de los bogavanteros. Un momento después llegaban Urbano y Susana buscando la puerta con el Patrol por mitad de los olivos. Y a los pocos segundos el resto de cocineros seguidos por Juani y Gema.
En principio sólo sabíamos que habían preparado un tapeo y que, según Josema, "se lo habían currado" pero nos quedamos impresionados cuando leímos ¡LA CARTA!




[Si quieres saber por qué se sorprenden, haz click en la foto]





Yo creo que a la vista del menú huelga añadir nada más pero, como me pagan por palabras, sigo:
En cuanto leí la carta indiqué que eran ya las nueve y media y por lo tanto había que empezar a comer YA, pero claro, me tuve que aguantar.
Nos dijo Ismael que habían preparado el local para la ocasión y querían que entráramos todos a la vez por lo que íbamos a esperar en la calle hasta que nos "arreuntáramos". Sabiamente habían preparado un par de tortillas y unas aceitunas para matar el gusanillo hasta que empezara el festival de comida. Si no, seguramente habría estallado un motín y habríamos asaltado la nave. De todas formas, estuvo bien el rato de la puerta porque nos permitió echar un ratillo de charla antes de empezar a comer, escuchar las primeras versiones del ojo morado de Ismael y recibir las primeras sorpresas de la noche:
- Después de leer la carta y escuchar cómo Ismael presuntamente chocó contra una puerta de cristal cerrada, me pareció una gran coincidencia que Charo, Esther, Pepe e Ismael vinieran los cuatro de negro.
Al momento asomaron con unos delantales granate y vi que no había sido casualidad sino que formaba parte del espectáculo.
- También le comenté a Ismael que querría tener una copia de la carta para ponerla en el blog porque merecía la pena recordarla y "et voilá" que nos dieron a cada pareja una copia del menú con los bordes chamuscados. Por un momento dudé si probarla pero decidí reservarme para lo que se avecinaba y guardarme la carta para el final.

- Luego, para pasar la tortilla, sacó Pepe un vinito blanco, LIBALIS, venido desde los mismísimos "Dominios de Baco" (antiguo Vinocalidad) que tenía un punto afrutado que hacía que entrara sin sentir.

Pero todos estábamos impacientes por empezar con el tapeo y luchamos estoicamente para escapar a los efluvios de la tortilla. Afortunadamente para mí, me había puesto ciego de paella y pescado asado a medio día porque si no, me habría hinchado de tortilla y luego habría llorado amargamente viendo que no tenía hambre para probar todas las tapas. Supongo que a lo largo de la noche todos hicimos un esfuerzo similar para resistirnos a comer una ración entera de nuestra tapa favorita y poder probar las que estaban por llegar.
Por fin llegó el momento. Se abrieron las puertas y entramos como el primer día de rebajas para comprobar que habían decorado la nave como un templo del placer, como nuestro hogar sentimental, como el paraíso en la tierra... en resumidas cuentas, COMO UN BAR.
Ante esa maravillosa visión no pudimos reprimir todos un "Oohhhhh" que la organización aprovechó para ponernos rápidamente en la mano un chupito de gazpacho de cereza. Naturalmente, al coger el chupito buscamos la querencia de la barra y ahí empezó la cena.

No voy a describir las tapas una por una por no extenderme y porque mis dotes poéticas no dan para tanto (es muy difícil describir sabores), pero sí os voy a contar cuál fue mi favorita y os voy a pedir que cada uno diga cuál es la que le ha gustado más y nos cuente cómo era para él esa tapa: "a qué sabía", "qué le recordaba" o "por qué fue su favorita". En fin, que nos cuente algo sobre su tapa favorita.
A mí la que más me gustó fue el Carpaccio de Atún Rojo. El contraste de sabores con el dulce de la miel, y el amargor de la mostaza, el piñón crujiente y tostadito, la carne fina y fresca del atún crudo en el aceite, que se deshacía en la boca... Sinceramente pensé en pedir a mi Eva que me atara para evitar apurar todos los platos y dar aquí por finalizada la comida. Por suerte, conseguí resistir y llegar al final.

A la altura de las anchoas decidimos hacer un descansito estratégico para recobrar fuerzas y continuar con ímpetu renovado. Hábilmente aproveché para llevar a mis niñas con la abuela porque ya eran las doce menos cuarto y la cosa prometía alargarse bastante. En ese momento estábamos hacia la mitad del recorrido y no quería tener que bajar al Trabuco en plena acción. Desoyendo los ofrecimientos de Diego para llevarme un par de niños más, salí como una bala y regresé como un rayo.
Me sorprendió que las anchoas tuvieran el pan frito y el tomate batido. Les daba un punto diferente. Le comenté a Ismael que estaba todo muy elaborado y con mucho detalle y me dijo que les había costado lo suyo. Para esta tapa, por ejemplo, que parece de las más sencillas, cuando te pones a prepararla te das cuenta de que en freír una rebanada de pan tardas un minuto, pero en freír cuarenta...

Y empezamos la segunda tanda. Menos mal que me cambié al Landó, un vino rosado, espumoso, con sabor a "frutas del bosque" que sólo tenía 6,5º y estaba tan dulce que parecía un caramelo de fresa. Si no, creo que no habría podido echarme el par de "digestivos" posteriores a la comida. Y así seguimos hasta el sorbete de limón que puso el broche final al banquete. Nos saltamos el pollo en salsa mozárabe porque las caras de la gente decían que ya era excesivo. En realidad no es que sobrara, es que a última hora se coló en el menú una tapa sorpresa porque a Ismael le regalaron unas caracoles a la andaluza que no era plan desperdiciarlos, así que se puede decir que el cálculo de tapas fue muy afinado.

Nosotros nos fuimos sobre las tres de la mañana y debo reconocer que a mí se me hizo corto, lo que indica que lo pasé muy bien. Según me han dicho, me perdí la parte más animada de la tertulia donde, a medida que caían los cubatas, se fueron desgranando historias y, como no, se narraron nuevas versiones del moratón de Ismael que fueron ganando en intensidad, dramatismo y espectacularidad conforme avanzaba la noche.

Por mi parte sólo le puedo poner una pega a la comida: que te abre los ojos a un nuevo tipo de cocina. Imagino las conversaciones en nuestras casas a partir de ahora:
- ¿Qué hay para comer, cariño?
- Macarrones con tomate.
- ¿Sólo?
- Bueno, con unas escamas de queso Hacendado rallado y regado con un Sandevid Cosecha del 2010 acompañado de su témpano de hielo.
- ¡Ah, bueno! Entonces vale, pero ponme una rodaja de pomelo con el vino.

Bromas aparte, a diferencia de muchos restaurantes que te anuncian "Tembladera de azúcar y huevo al golpe de calor en su espejo de caramelo" y luego resulta que te ponen un flan de la tienda de la esquina, aquí probamos tapas muy elaborados donde sus largos nombres reflejaban una esmerada preparación y un delicioso sabor.

Hace años, cuando Tote y Juani me contaron que sus amigos de Archidona habían organizado una peña gastronómica yo me imaginaba que debía de ser algo así. En nuestro caso, al ir cambiando los cocineros, cada uno hemos podido aportar nuestra visión personal: lo que nos gusta, lo que nos sale bien, alguna comida poco habitual que queríamos que nuestros amigos probaran... Como decía Josema en una ocasión, lo mismo podríamos encargar una paella porque lo más importante es encontrar una excusa para juntarnos y echar el día. Pero yo creo que el esfuerzo que hacemos cada uno para preparar el festín le da un punto especial y diferente a cada encuentro.

La próxima cita será la mariscada el viernes 13 de Agosto. Se ruega confirmación para ajustar la compra y el presupuesto. Luego tendremos la paella en la Fiesta y la siguiente comida la organizan Javi y Ana con Juan y Mari Ángeles. Así que parece que para la próxima ronda vamos a tener "intercambio de parejas". (Para guisar, Tote, SÓLO para guisar). Si fuera para lo otro no estaríamos hablando de una peña gastronómica, tendría otro nombre (o igual es que yo no me he enterado bien).

Por último, decir que queremos hacer delantales con el LOGO de la peña para lo cual nos sigue faltando el dibujo. Vamos a dar dos delantales de premio para el que haga el diseño que más guste a todos, así que ¡ánimo! Todavía estás a tiempo. Y no te olvides de comentar tu tapa favorita

00168-el bogavante (24-07-10)